Si te sientes guiado por el Espíritu Santo para dar tu donación financiera a este ministerio, pregúntale qué debes dar y sigue Su dirección. La ÚNICA motivación correcta para dar es cuando el Espíritu Santo te dice que lo hagas. Si lo hace, realmente no importa lo que hagamos o dejemos de hacer, todo lo que importa es la obediencia a Él. Si Él no te dice que des, tampoco importa lo que hagamos. Simplemente no debes dar cuando Él no te lo dice. Es fácil. Dios sabe cómo proveer para nosotros, ya sea a través de ti o de otra persona. Él es nuestro Proveedor.
Para aquellos a quienes se les permite sembrar en este ministerio, les agradecemos sinceramente por su obediencia al Señor. ¡Oramos para que Él te bendiga abundantemente!